Tener conocimientos sobre cómo ocurren las lesiones de oído puede ser clave para evitar posibles problemas de audición y de equilibrio. Y es que este órgano no solo nos permite apreciar los sonidos del entorno, también resulta fundamental para mantener la estabilidad de nuestro cuerpo.
Los seres humanos necesitamos del sentido auditivo para desarrollar el habla, la escucha y, por ende, desarrollar habilidades que nos ayudan a desenvolvernos en la sociedad. Una pérdida de la audición, sea leve o parcial, afecta nuestra calidad de vida y, en los niños y niñas podría tener un influjo que supongan dificultades para el uso del lenguaje. Por no mencionar, problemas para desplazarse de un lugar a otro, ya que el odio también incide en el equilibrio, como comentamos anteriormente.
Cómo ocurren las lesiones de oído por tanto no es algo que debamos tomar a la ligera, prevenir traumatismos o acciones inadecuadas que influyan negativamente en nuestra salud auditiva, es esencial para el aprendizaje y operar en la vida cotidiana de manera óptima.
Te contamos cómo ocurren las lesiones de oído
Realmente no es muy difícil imaginarnos cómo ocurren las lesiones de oído, ya que estos escenarios casi siempre están ligados con caídas o golpes fuertes en la zona o en la cabeza. Incluyendo, por supuesto, la exposición a ruidos muy potentes hasta escuchar música a niveles de volumen excesivamente altos.
El caso es que los daños en las partes más importantes de este órgano, como el tímpano, los huesecillos, el nervio vestibular, la cóclea o el conducto auditivo, pueden acarrear pérdidas de la audición y dificultades para mantener el equilibrio. Veamos a continuación los escenarios más comunes que generan lesiones de oído:
Golpes
Un golpe violento puede hacer que se forme un hematoma entre el cartílago y la capa de tejido conjuntivo que lo recubre. La acumulación de sangre en esta zona provoca la inflamación del oído externo, que adopta un color violeta. Además, esto puede bloquear el suministro de sangre al cartílago, generando su necrosis y, con el tiempo, deformidades en las orejas.
Esta deformidad, conocida como oreja de coliflor, es muy común entre los luchadores profesionales, boxeadores y jugadores de rugby.
Por último, un golpe muy fuerte en la mandíbula puede fracturar los huesos que rodean el canal auditivo y deformarlo. Lo que la gente usualmente no sabe es que esta deformación se puede corregir con una intervención quirúrgica.
Heridas (laceraciones)
Hablar de cómo ocurren las lesiones de oído implica hacer referencia a laceraciones en la zona. Las heridas por mordeduras humanas en el oído tienen un alto riesgo de infección.
Hasta las laceraciones más leves en el oído externo como rasguños, quemaduras, o congelaciones, son capaces de provocar infecciones y sangrados que incluso podrían afectar otras zonas del oído.
Avulsiones
En ocasiones, la oreja puede desprenderse. A este fenómeno se le conoce como avulsión y puede ser total o parcial. Y es que las orejas son más propensas a este tipo de laceración, dado que están menos protegidas que otras estructuras del cuerpo.
Un cirujano (o especialista en cirugía plástica o en trastornos del oído), por lo general, no siempre puede volver a colocar con éxito una parte de la oreja avulsionada. Muchas veces, incluso deben construir la parte de una oreja usando cartílago y piel de otras partes del cuerpo o piel artificial.
Introducir cosas dentro del oído y ruidos fuertes
Objetos como bastoncillos de algodón, lápices y hasta uñas generan fricciones dentro del conducto auditivo que pueden desgarrar el tímpano.
La exposición de ruidos muy fuertes, por su parte, es un problema muy usual entre los jóvenes y los adultos ocasionándoles pérdidas auditivas importantes. Pero, ¿cómo ocurren las lesiones de oído por el ruido? En los siguientes escenarios:
- Exposición a ruidos demasiado fuertes como disparos, petardos, explosiones, incluyendo maquinarias eléctricas. Por supuesto, los daños son ocasionados por exposiciones a estos sonidos en tiempos muy dilatados.
- Escuchar música a volúmenes muy altos, ya sea en el coche, en conciertos o con el uso de auriculares. De hecho, este es uno de los motivos que más ha generado pérdidas de audición en los últimos años.
Conviene destacar que el trauma acústico se ha convertido en una de las afecciones de la que más debemos cuidarnos, si realmente queremos disfrutar de una mejor calidad de vida.

Cambios bruscos en la presión del aire

Cuando pensamos en cómo ocurren las lesiones de oído lo más común es relacionarlas con ruidos, golpes y cortes. Pero las oscilaciones en la presión del aire en el oído medio y en el ambiente exterior, podría generar barotraumas o pérdidas auditivas parciales.
Prácticas como el submarinismo o volar en avión son capaces de provocar estos cambios repentinos en la presión del aire. Ahora, en caso de que esta presión no se equilibre en ambos lados del tímpano, la zona en la que hay mayor presión se hincha hacia el lado contrario. ¿El resultado? Dolor y barotraumas.
Eso sí, este problema suele desaparecer rápidamente, aunque en ocasiones estos cambios de aire pueden llenar el oído medio de líquido, de sangre, incluso perforar el tímpano.
Conclusiones
Saber cómo ocurren las lesiones de oído representa una forma de evitar posibles pérdidas de la audición y problemas de equilibrio. Por ejemplo, no escuchar música a niveles de volumen excesivamente altos, llevar protección auditiva en los conciertos, usar cascos que protejan esta zona en caso de conducir en moto, bicicleta, e incluso durante la práctica de algún deporte de contacto.
También es clave no introducirse nada en los oídos, ni siquiera los propios dedos y mantenernos alejados de los ruidos muy fuertes.
Todas estas recomendaciones proporcionadas por el equipo especializado en salud auditiva de Audiotek, resultan claves para evitar riesgos de padecer algún problema en nuestros oídos que afecten nuestra audición.