Para mucha gente, la capacidad de escuchar es un don que se da por sentado, sin pensar en la complejidad del sistema auditivo que lo hace posible. Poder oír los sonidos, sin embargo, puede verse afectado de forma repentina e inexplicable, dando lugar a la sordera súbita, también conocida como hipoacusia neurosensorial súbita (HNS).
A diferencia de la pérdida auditiva gradual asociada al envejecimiento, la HNS se caracteriza por una pérdida brusca de audición, generalmente en un solo oído, que ocurre en cuestión de horas o días.
La sordera súbita es una condición poco común que afecta a aproximadamente 5 de cada 100.000 personas cada año. Este evento inesperado, además, puede ir acompañado de otros síntomas como zumbidos en los oídos (acúfenos) o una sensación de plenitud en el oído afectado.
Desde Audiotek exploraremos en profundidad los misterios de esta condición, desde sus mecanismos subyacentes hasta las opciones de tratamiento disponibles. Todo con el objetivo de brindar información precisa y útil a quienes se enfrentan a esta repentina pérdida auditiva.
¿Qué es la sordera súbita?
Imagina despertarte un día y descubrir que el mundo a tu alrededor se ha silenciado. Este es el escenario que enfrentan las personas que experimentan sordera súbita, una condición que provoca una pérdida de audición repentina, en general, en un solo oído.
Ahora, para comprender la magnitud de esta pérdida, piensa en una conversación normal que, en segundos, se convierte en un susurro ininteligible. Esta alteración auditiva se produce cuando las estructuras del oído interno, encargadas de transformar las ondas sonoras en señales eléctricas que el cerebro interpreta como sonido, fallan repentinamente.
La HNS, aunque poco común, afecta a un rango de edad amplio, principalmente entre los 30 y 55 años, con una incidencia de entre 2 y 20 casos por cada 100.000 habitantes al año. La severidad de esta pérdida auditiva varía considerablemente, desde una recuperación completa en pocos días hasta una pérdida permanente.
Causas de la hipoacusia neurosensorial súbita
Si bien la mitad de las personas con sordera súbita experimentan una recuperación total o parcial de su audición, generalmente en un par de semanas, la otra mitad no recupera la capacidad auditiva perdida.
Lo que más desconcierta a la comunidad científica es que en el 50% de los casos de HNS no se logra identificar una causa precisa. Se le denomina idiopática, un término que deja más preguntas que respuestas.
La otra mitad, sin embargo, no está sola. Se han identificado diversas causas que podrían desencadenar esta abrupta pérdida auditiva:
- Infecciones: ciertas enfermedades como la meningitis bacteriana, la enfermedad de Lyme o algunas infecciones virales pueden afectar la cóclea, el órgano sensorial del oído interno, ocasionando HNS.
- Traumatismos: un golpe fuerte en la cabeza o un barotrauma (cambios bruscos de presión) pueden dañar las estructuras delicadas del oído interno, ocasionando sordera súbita.
- Enfermedades autoinmunes: trastornos como la enfermedad de Meniere o el lupus a veces suelen atacar por error al oído interno, generando hipoacusia neurosensorial súbita como uno de sus síntomas.
- Trastornos neurológicos: ciertas condiciones neurológicas como la esclerosis múltiple o los tumores cerebrales pueden afectar el nervio auditivo, ocasionando esta condición.
- Medicamentos ototóxicos: algunos fármacos utilizados para tratar infecciones graves o cáncer son capaces de tener como efecto secundario la lesión del oído interno, generando sordera.
Síntomas de la HNS
La sordera súbita irrumpe en nuestras vidas como un ladrón sigiloso, robándonos la capacidad auditiva de un momento a otro. En la mayoría de los casos, no hay señales que adviertan su llegada, lo que la convierte en una condición aún más desconcertante.
En algunos casos, sin embargo, esta condición deja algunas pistas de su presencia. Entre estas señales de alerta encontramos:
- Sensación de oído tapado: como si tuviéramos un algodón atrapado en el canal auditivo, esta molestia puede ser un indicio de HNS.
- Mareos: el vértigo, esa sensación de inestabilidad o de que el mundo gira a nuestro alrededor, tiende a ser un síntoma que acompaña a la sordera súbita en hasta un 60% de los casos.
- Zumbido en los oídos (tinnitus): ese molesto zumbido o sonido de insecto que no desaparece, a veces se manifiesta como otra señal que precede o acompaña a la hipoacusia neurosensorial súbita.
- Pérdida de equilibrio: la dificultad para mantener el equilibrio o la sensación de caídas repentinas también suelen estar relacionadas con este problema de audición.
- Un fuerte sonido explosivo: en algunos casos, esta condición es precedida por la percepción de un sonido abrupto e intenso, como un trueno o un estallido.
Actuar a tiempo es crucial
Muchas veces, por falta de información o por asociarla erróneamente a las consecuencias de un resfriado o catarro, la sordera súbita no recibe la atención médica oportuna que requiere. Esta tardanza en el tratamiento aumenta considerablemente el riesgo de que la pérdida auditiva se torne permanente.
Es por ello que resulta fundamental estar atentos a las señales de alarma. Un diagnóstico preciso es crucial para determinar el tratamiento adecuado. Para ello, el especialista realizará una serie de pruebas, entre las que se encuentran:
- Otoscopia: permite examinar el estado del conducto auditivo externo y el tímpano.
- Acumetría: evalúa la capacidad auditiva para diferentes frecuencias de sonido.
- Audiometría tonal: mide la intensidad mínima de sonido que necesita el paciente para detectar diferentes tonos.
- Audiometría verbal: evalúa la capacidad del paciente para comprender el lenguaje hablado.
- Timpanograma: permite analizar el funcionamiento del tímpano y la presión en el oído medio.
En caso de confirmarse el diagnóstico de HNS, el especialista podrá solicitar pruebas adicionales para identificar la causa subyacente, como análisis de sangre, resonancia magnética o pruebas de equilibrio.
Un rápido tratamiento para un mejor pronóstico
La hipoacusia neurosensorial súbita encuentra un rayo de esperanza en el tratamiento con corticoides. La Sociedad Española de Otorrinolaringología y Cirugía de Cabeza y Cuello (SEORL-CCC), en su documento de consenso sobre el Diagnóstico y tratamiento de la sordera súbita idiopática, avala esta terapia como la más efectiva en la actualidad.
Y es que los corticoides actúan, ante esta condición, como poderosos reductores de la inflamación y la hinchazón, además de estimular las defensas del organismo. Se administran directamente en el oído interno a través del tímpano, una vía de acción directa y precisa.
En casos más severos, en los que la sordera es profunda o se asocia a vértigo, el tratamiento puede requerir la administración intravenosa de corticoides durante cinco días.
Conclusiones
La sordera súbita puede presentarse como un evento inesperado y desconcertante. Esta pérdida brusca de audición, ya sea parcial o total, puede generar incertidumbre, ansiedad y afectar tu calidad de vida. Eso sí, su aparición no significa una sentencia a un mundo de silencio.
Lo que debes grabar en tu mente es que actuar a tiempo es fundamental. Retrasar la consulta médica o ignorar las señales de alerta puede disminuir considerablemente las posibilidades de revertir o estabilizar la condición.
Por todo ello, te instamos a que ante cualquier indicio de HNS, acudas de inmediato a un especialista en audiología. Un diagnóstico y tratamiento oportunos pueden marcar la diferencia.
En Audiotek, contamos con un equipo de expertos altamente calificado y tecnología de vanguardia para evaluar tu caso de manera precisa y brindarte el tratamiento adecuado. En nuestras manos, y con tu colaboración, podemos trabajar juntos para recuperar o preservar tu capacidad auditiva y que sigas disfrutando de la riqueza de los sonidos.